Un juez ordena a Quebec pagar más de 144 millones de dólares a los titulares de permisos de taxi por abolir los permisos

Un juez del Tribunal Superior ordenó al gobierno de Quebec pagar más de 144 millones de dólares a varios miles de ex titulares de permisos de taxi en la provincia.

La jueza Silvana Conte dictaminó que el gobierno despojó a los conductores de sus propiedades cuando abolió el sistema de permisos y no los compensó adecuadamente.

Los taxistas iniciaron una demanda colectiva contra el gobierno en relación con la llegada de la empresa de transporte Uber, que hizo bajar el valor de sus permisos.

La demanda, autorizada en 2018, acusa a la provincia de manejar mal la entrada de Uber en el mercado y de expropiar la propiedad de los titulares de permisos de taxi sin una compensación adecuada.

Cuando Quebec abolió el sistema de permisos en 2019, otorgó a sus titulares un total de 874 millones de dólares en compensación, pero Conte dijo que eso no era suficiente porque el valor total de los permisos antes de la llegada de Uber era de más de mil millones de dólares.

Dijo que la pérdida total para los titulares de permisos fue de 144 millones de dólares, la diferencia entre el paquete de compensación inicial del gobierno en 2019 y el valor de los permisos.

La demanda también pedía 1.000 dólares en concepto de daños punitivos para cada miembro del grupo, pero el juez denegó esa reclamación.

Bruce Johnston, un abogado que representa a los taxistas, calificó el fallo de “histórico”. Pero afirmó que la pérdida de valor de los permisos equivalía a mucho más de lo que el gobierno dio como compensación a los conductores, y más de lo que otorgó el juez.

Johnston dice que puede apelar la decisión del juez.

Antes de la reforma del taxi de 2019, cada taxi de la provincia requería un permiso. El gobierno provincial limitó el número de permisos en cada región, pero permitió que se revendieran, creando un mercado secundario y haciendo que su valor aumentara a más de 200.000 dólares en el área de Montreal. Los titulares de permisos a menudo los alquilaban, permitiendo que otros condujeran sus taxis pagando una tarifa.