Se acabó la sequía: Impactantes imágenes de California tras un invierno lluvioso

Un invierno intenso en precipitaciones ha permitido que los embalses de California alcancen niveles no vistos en varios años, marcados por una sequía interminable.

Una serie de “ríos atmosféricos”, gigantescos corredores de lluvia que transportan el vapor de agua almacenado en los trópicos, han regado el oeste americano y sus paisajes que se habían secado en los últimos años, debido a las precipitaciones inferiores a lo normal.

Los 40 millones de habitantes de California han sido blanco reiteradamente de restricciones para ahorrar agua.

La vegetación se secó, las laderas se tornaron amarillas, todo lo cual favoreció la propagación de los incendios.

Por su parte, los embalses conservan sólo una ínfima parte de su capacidad total, y algunas costas han retrocedido hasta el punto de dejar a la vista, en ocasiones, restos de barcos.

Pero ha llegado el invierno de 2022-2023, y con él han caído del cielo miles de billones de litros de agua.

Los ríos, ríos y arroyos que se redujeron a delgados hilos reanudaron su curso tormentoso.

El lago Tulare en el centro de California desapareció hace 80 años, pero desde entonces ha comenzado a llenarse nuevamente.

Las montañas han quedado sepultadas bajo varios metros de nieve, y algunas estaciones de esquí empiezan a hablar de una temporada que podría durar hasta… julio.

Las estadísticas oficiales del Observatorio de Sequías de EE. UU. publicadas la semana pasada muestran que casi dos tercios de California han salido completamente de esta sequía.

Así, menos del 10% del estado todavía se clasifica oficialmente en estado de sequía, mientras que el resto del territorio se considera en una situación “anormalmente árida”.

Hace un año, toda California estaba en estado de sequía.

Sorprendente contraste

Según la agencia estatal de gestión de recursos hídricos, los grandes embalses se están desbordando y superando su capacidad media.

El lago Oroville, uno de los recursos hídricos más importantes de California, ahora está lleno en un 88 %, con casi el doble de la cantidad de agua que se veía hace un año.

Las fotografías de AFP muestran que el embalse previamente seco ahora alcanza un nivel mucho más alto.

Las imágenes, tomadas con menos de dos años de diferencia, revelan un marcado contraste: un delgado arroyo que fluye a través de un valle polvoriento ahora ocupa su ancho.

Una fotografía tomada en septiembre de 2021 muestra una rampa para botes inutilizada, mientras que una nueva imagen del domingo revela solo unos pocos metros de concreto de la misma rampa, con el resto sumergido.

El Enterprise Bridge ahora ve el lago Oroville pasar a ambos lados de sus pilares cuando el polvo dominaba una vez sus alrededores.

Los inviernos húmedos no son nuevos en California, pero los científicos dicen que el cambio climático inducido por el hombre está exacerbando el clima de “reacción violenta”: los períodos muy cálidos y secos dan paso a los húmedos.

Y los expertos advierten que los californianos no pueden darse el lujo de desperdiciar el agua.

En una entrevista con Spectrum News 1, Adel Hagekhalil de la Agencia del Agua del Sur de California le pide a la gente que conserve sus recursos hídricos.

“Necesitamos ahorrar y acumular reservas (…) para que cuando tengamos otro año seco, y días calurosos y secos, podamos enfrentarlo. »