El Real Madrid afronta ese jueves el que podría ser el partido más importante de la temporada. Si bien es cierto que se trata de la Copa del Rey, una de las prioridades menos prioritarias en la temporada de los merengues, el rival no es otro que el Barça, en el Santiago Bernabéu. Aliciente suficiente en casi cualquier circunstancia, pero si se le añade que el clásico puede decidir más de una competición a la vez, la cosa mejora aún más.
En este sentido, se trata de un partido crucial para los madridistas. Después del inesperado tropiezo culé en Almería, y de haber caído por cuarta vez en Europa en los últimos dos años, la moral blaugrana está bajo mínimos, y con el debido empujón, podrían venirse abajo del todo. No pudieron aprovechar el despiste del Madrid en el derbi madrileño para sentenciar la Liga, y ahora podrían pagar muy cara esa bajada tan repentina en su rendimiento.
Si ganan al Barça, y lo hacen bien, los blancos estarán a un solo partido de llegar a la final de Copa del Rey, pero además, eliminar al eterno rival podría darle al Barça la estocada que necesitan los blancos en Liga para remontarles los siete puntos actuales de distancia. Por eso, los de Carlo Ancelotti necesitan tener disponibles a todos los efectivos posibles, y ahí es donde vienen las buenas noticias para el técnico italiano.
A pesar de la relativa gravedad de la lesión que sufrió en Anfield ante el Liverpool en Champions, el delantero brasileño Rodrygo Goes ha sorprendido a propios y extraños con su rápida recuperación. Ha superado un desgarro muscular en el piramidal izquierdo apenas una semana después de producirse la lesión, y podrá participar en ese clásico de vital importancia.
Es más, Rodrygo ya ha regresado a la dinámica de grupo en la sesión de trabajo del Real Madrid del martes, a dos días del clásico, completando todo el entrenamiento con normalidad y dejando más de una boca abierta. Una recuperación casi milagrosa que solo la edad del joven futbolista, su calidad muscular, y el trabajo a fondo de Antonio Pintus en la parcela física podrían haber logrado.
Como decimos, Rodrygo fue uno más en el entrenamiento en la Ciudad Deportiva del Real Madrid en Valdebebas, participando incluso de los ejercicios con balón y los partidos. Sus sensaciones son positivas, según transmiten desde el club, y este miércoles repetirá entrenamientos antes de tomar una decisión junto al entrenador, Carlo Ancelotti, que ya le echó de menos en el derbi del pasado sábado.
En realidad, todo el Real Madrid echó de menos a Rodrygo en el derbi ante el Atlético de Madrid. Autor de dos tantos en los dos derbis que se habían disputado esta temporada hasta el pasado sábado, su ausencia la acusó el ataque madridista, espeso y poco inspirado, quizá influenciado por la atmósfera solemne del homenaje a Amancio antes del encuentro. Una tónica recurrente en el Madrid este año, muy limitado en sus alternativas en ataque. Si fallan Benzema, Vinícius o Rodrygo, no hay relevos de garantías que satisfagan al cuerpo técnico ni a la afición.
Por suerte para ellos, todo apunta a que el desgarro muscular sufrido por Rodrygo ya está superado y solamente provocará su ausencia en el citado partido, ya pasado, y podrá ser novedad en el Real Madrid para el clásico de semifinales de Copa del Rey el jueves. Quienes no tienen opciones, eso sí, son el francés Ferland Mendy y el austriaco David Alaba.
El lateral galo sufre todavía una rotura muscular en el muslo de la pierna izquierda, mientras el central adolece de la misma lesión en el bíceps femoral derecho, además de haberse visto envuelto estos días en una polémica con su propia afición por sus votos como capitán de Austria en los premios The Best de la FIFA. Aun así, no serán bajas tan sensibles como las de Pedri o Lewandowski, pilares fundamentales del Barça esta temporada que se perderán el clásico de Copa.
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