Real Madrid de Champions, en directo: última hora, resultado y goles de la jornada 6

El Real Madrid siempre vuelve. Aunque sea a base de supervivencia. Los blancos tumbaron al Atalanta (2-3) en Bérgamo y retornaron a la senda de la victoria en Champions League, con mucho sufrimiento, para sumar tres puntos cruciales para la clasificación a octavos de final.

Se jugaba la vida en Bérgamo después de dos derrotas consecutivas en la competición en la que defiende la corona de campeón, y eso lo sabía más que de sobra el Real Madrid. Lo dejaron claro los rostros serios de los once de Ancelotti y la apuesta del técnico, metiendo a Tchouaméni en lugar de Asencio y a un Vinícius recién salido de lesión –acortando plazos– junto a Brahim y Mbappé. 

También el arranque intenso de su equipo, generando peligro desde el principio: el hispanomarroquí se sacó de la chistera un pase entre líneas espectacular para dejar solo a Kylian en el área, pero el francés, que pareció también sorprendido de que le llegara esa pelota, no acertó en el mano a mano ante Carnesecchi. 

Le importó poco o nada, porque solo necesitó nueve minutos más para abrir la lata y demostrar que está recuperando su mejor versión: otro envío tremendo del malagueño, y un control mágico del ‘9’, con remate de killer incluido, le dieron al Real Madrid el primero del partido para respirar con tranquilidad en su visita a un equipo que no había caído en los últimos 14 partidos, precisamente desde la Supercopa de Europa.

Solo unos minutos después, el capitán de la selección francesa tuvo una oportunidad de lujo para firmar el doblete: en una contra peligrosísima que condujo él mismo, le pegó duro buscando sorprender por arriba, pero el meta italiano achicó espacios y atrapó el balón.

En esas, Rodrygo asomó por la banda para empezar a calentar, aunque quedó en aviso porque volvió a sentarse. Duró 10 minutos más en el banquillo: en el 36′, Mbappé, con cara de circunstancia ahora que empezaba a entonarse de blanco, se fue al suelo antes de marcharse para dejar su lugar al brasileño. Jarro de agua fría para él y para el madridismo.

Y antes del descanso, otro golpe: Tchouméni rozó la parte trasera de la bota de Kolasinac y le derribó en el área. Penalti y golazo de De Ketelaere desde los once metros para llevar el partido al descanso con las tablas en el marcador.

Pero no se hundieron los blancos, pese a que necesitaron una mano salvadora de Courtois a un remate abajo de Lookman para despertar: varios rebotes dejaron el balón suelto en el área italiana y Vinícius no desaprovechó la ocasión. Tres minutos después, Bellingham recibió un balón largo, pisó área, amagó y le pegó duro abajo directo a la red. Ni mucho menos murió ahí el partido. 

El Atalanta no solo no se dio por vencido, sino que apretó y encontró premio: Lookman esta vez sí batió a Courtois con su disparo por abajo. A partir de ahí, le tocó sufrir al Madrid, que resistió al asedio italiano como solo los campeones saben hacerlo, y tuvo también algo de suerte –Retegui falló a puerta vacía el empate en el descuento– para salir de Bérgamo más vivo que nunca en Champions.