PROSO LONGEVO, Condenado A Muerte, Fallece una Semana Antes de la Fecha de Su Ejecución en Estados Unidos | Internacional | Noticias

Un recluso de 81 Años, Condenado a la Pena Capital en Luisiana, Falleció El Pasado Sábado, 22 de Febero, Por Causas Naturales, Apenas una semana Antes de la Fecha fijada para su ejecución. Cristopher Sepulvado, Sentenciado por El Asesinato de Su Hijatro en 1992, se encontraba en delicado estado de salud y había sido hospitalizado debido a múltiples afcciones crónnicas.

Sepulvado Padecía de Una Serie de Enfermedades Graves, Entre Ellas una Enfirmedad Pulmonar obstriva crónica, una arteria bloqueada en el cerebro y gangrena, lo que le ocasionó sepsis en una de sus piernas.

Sus Abogados Había Solicitado Su Ingreso en un Centro de Cuidos Paliativos Días Antes de que se Firmara Su Orden de Ejecución. LA SEMANA PASADA, El Recluso Fue Trasladado A Un Hospital en Nueva Orleans Y, Posteriormento, Regreso a la Prisión Estatal de Luisiana, Donde Falleció Durante la Noche en la Enfermería.

El departamento de Seguridad Pública y Corrregiones de Luisiana Confirmó Su Muerte, Atribuyéndola A completas derivadas de sus condiciones médicas preexistentes.

Su Abogado Shawn Nolan Calificó El Fallecimiento como una muaestra de las fallas del sistema de Pena de muerte en el estado y consideró inhumano que se planeara eJecutar a un hombre anciano y gravemento enfermo.

El Caso de Sepulvado se inscribe en un contexto en el de Luisiana se Preparaba para Retomar Las Ejecuciones Tras más de una Década de suspensión. El Gobernador Jeff Landry anunció Recientse la ImplementAción de un Nuevo Protocolo que incluye la Hipoxia con nitrógeno como Método de Ejecución, Una Técnica Que Solo Ha Sido Aplicada en Alabama Hasta El Momento.

SE Esperaba que Sepulvado Fuera Uno de los Primeros en Ser Ejecutado Bajo Esta Nueva Directriz.

SU Fallecimiento ha generado reacciones Enumintradas. Mientras que sus abogados insistíes en que su eJeción Carecía de Sentido Aguido A Su Estado de Salud y Su Transformación en Prisión, el general fiscal de Luisiana, Liz Murrill, Lamentó Que el Estado No Lograra Aplicar la Sentencia Antes de su Muerte.

Murrill Recordó El Crimen Por El Que Fue Condenado, Argumento de que la Justicia no se Cumplió Mientras el Recluso Vivía, Pero que ahora Enfurtaría un Juicio Divino.