Plantas y hongos para descontaminar el suelo a menor coste
Written by rasco on May 26, 2023
En medio de un páramo industrial en el corazón de Los Ángeles, Kreigh Hampel arranca un trigo sarraceno de California con una horquilla para analizarlo: desde que fue plantado, el arbusto ha estado absorbiendo plomo contaminando el suelo de este antiguo sitio web automotriz.
El voluntario de 68 años se maravilla con el poder de limpieza de este arbusto salpicado de flores blancas y rosas.
“Es el milagro de la vida”, se entusiasma el jubilado detrás de su máscara de filtro. “Las plantas realmente saben cómo hacer este trabajo, lo han hecho muchas veces durante millones de años”.
En este terreno cubierto de cemento durante mucho tiempo, científicos de la Universidad UC Riverside han diseminado plantas y hongos cuidadosamente seleccionados, con la esperanza de eliminar de forma natural los metales pesados y los productos petroquímicos que han contaminado el vecindario durante décadas.
Esta técnica, conocida como “biorremediación”, representa una alternativa mucho más económica a los procesos habituales.
“El método convencional de limpieza de sitios consiste en desenterrar todo el suelo contaminado y tirarlo en otro lugar”, recuerda a la AFP la investigadora Danielle Stevenson, que dirige este estudio de tamaño natural. “Muy caro”, este enfoque a menudo asciende a “millones” y “simplemente traslada el problema a otra parte”.
Por otro lado, el proyecto de este micólogo, realizado en tres antiguos sitios industriales diferentes en Los Ángeles, cuesta solo “200.000 dólares”. Y según ella, los primeros resultados son prometedores.
“En tres meses redujimos la petroquímica en un 50% y en seis meses nos acercamos (a este umbral) para ciertos metales”, dice.
La científica eligió cuidadosamente sus armas anticontaminación.
Por un lado, las setas de ostra blanca se han integrado en el suelo, porque son setas “descomponedoras”: su parte subterránea, llamada “micelio”, se alimenta tanto de árboles muertos como de hidrocarburos como el gasóleo.
“Es porque es esencialmente lo mismo”, explica el hombre de 30 años. “Gran parte de nuestros combustibles fósiles son solo materiales muertos que se han comprimido durante largos períodos de tiempo”.
Por otro lado, varias plantas locales de California actúan como “aspiradoras” de metales pesados, que luego pueden reutilizarse. Para sobrevivir en suelos hostiles, reciben ayuda de hongos micorrízicos, aliados naturales del bosque que les proporcionan agua y nutrientes en particular.
En este popular barrio de mayoría latinoamericana, la Sra. Stevenson quiere llevar las concentraciones de contaminantes por debajo de los umbrales de salud establecidos por las autoridades estadounidenses. Porque vivir cerca de antiguos emplazamientos industriales contaminados “reduce literalmente la esperanza de vida”.
Históricamente, los que contaminan rara vez son los que pagan. Tras la marcha de las empresas, la limpieza suele ser responsabilidad de las comunidades, que tardan años en encontrar la financiación necesaria.
En Estados Unidos, donde la Agencia de Protección Ambiental (EPA) identifica cerca de 1.900 sitios problemáticos, los proyectos de descontaminación que se realizan cada año se pueden contar con los dedos de una mano, según el científico.
Ofrecer un método “más barato” permitiría “limpiar más sitios más rápido”, espera.
Limpiar aguas residuales, remediar suelos contaminados por cenizas tóxicas de incendios forestales, frecuentes en California… La “biorremediación” se puede aplicar en muchas áreas, según ella.
Pero entonces, ¿por qué esta técnica aún está tan poco desarrollada?
“La biorremediación todavía se considera riesgosa”, dice Bill Mohn, profesor de microbiología en la Universidad de Columbia Británica, Canadá. A diferencia de la excavación del suelo, “es difícil garantizar sistemáticamente que iremos por debajo de los niveles requeridos de contaminantes”.
Una incertidumbre reforzada por la falta de financiación para la investigación, en un campo que no tiene un producto concreto que vender, añade.
El estigma contra los hongos no saludables también muere, dice Stevenson.
“Siempre me preguntan si, al introducir un hongo para limpiar un sitio, no se hará cargo, infectará la casa y se propagará por todas partes”, dice ella.
De ahí la importancia de realizar este tipo de estudios en condiciones reales, y no solo en el laboratorio, para probar la viabilidad de este enfoque natural.
“Una vez que tengamos más pruebas de estos métodos en el campo, la gente se sentirá más segura”, dice el investigador.
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