Opresión sobrevalorada | El Diario de Montreal

Mi texto de la semana pasada, en el que denunciaba las mentiras que vende el neofeminismo, me valió un rabioso spam acusándome de ignorar la opresión patriarcal que sufren las mujeres. Como “prueba irrefutable”, me obsequiaron con el gran clásico de la retórica feminista, a saber, que las mujeres tardaron hasta 1940 en obtener el derecho al voto en Quebec (1918 en Canadá).

La información es objetivamente precisa. Pero dar a entender que los hombres siempre han podido votar libremente es engañoso.

Restricciones

Durante mucho tiempo, las provincias impusieron una plétora de restricciones al derecho al voto basadas no solo en la edad y el género, sino también en criterios de religión, raza y propiedad.

En Quebec, muchos hombres no tuvieron derecho a voto hasta 1936. Para obtener este “privilegio”, era necesario no solo poseer un edificio, sino también que dicho edificio tuviera un valor mínimo. En cuanto a los arrendatarios, debían poseer bienes de valor equivalente. Eso no es todo, los hombres también tenían que cumplir con ciertas condiciones en términos de educación o escolarización. El acceso al proceso electoral fue claramente mínimo, si no excepcional. Al obtener el derecho al voto en 1940, las mujeres estaban apenas cuatro años por detrás de la mayoría de los hombres.

Legal

¿Alguna vez las mujeres han sido oprimidas por los hombres? Sí ! Pero siendo la historia de la humanidad la de las relaciones de dominación, resulta que la gran mayoría de los hombres también han sido oprimidos por otros hombres durante miles de años. Es, además, la resistencia a la opresión lo que motivó el artículo 2 de la Declaración de los Derechos del Hombre de 1791.

Sin embargo, el feminismo sigue siendo legítimo. ¡Pero debería denunciar la terrible subyugación de las mujeres iraníes o afganas en lugar de victimizar a las mujeres occidentales inventando una opresión basada en una interpretación tendenciosa del pasado!