no saludó a los árbitros, vio otra amarilla y se enganchó con el Chimy Ávila

Otra vez Vinícius volvió a mostrar su mejor y su peor cara sobre el terreno de juego: fue protagonista en los dos goles que le dieron la Copa del Rey al Real Madrid, pero también se enzarzó de nuevo con los rivales -sobre el césped y en el túnel de vestuarios- y volvió a ver una amarilla. 

El brasileño ya pareció llegar a La Cartuja con ganas de guerra: se ‘olvidó’ de saludar al equipo arbitral, lo que suma un nuevo capítulo a su cruzada particular contra los colegiados, a los que ha reclamado en varias ocasiones que “hagan lo correcto” cuando es derribado con faltas.

Los peores minutos de Vinícius, sin embargo, no llegaron hasta el tramo final de la primera parte, justo después de que el ’20’ terminase sobre el césped en el interior del área tras un leve forcejeo con David García. Ahí se vio que estaba muy caliente: se levantó muy enfadado para encararse con el defensor español, que respondió riendo y acariciando el pelo del delantero, al que el gesto de su rival le encendió aún más. Tuvo que intervenir Benzema para alejarle de la acción e impedir que fuese a mayores.

Para añadir más leña al fuego, una falta sobre Rodrygo poco después terminó con una tarjeta amarilla más en su haber. Otra vez por protestar. “Tonto, tonto, tonto”, cantó la grada con el extremo como destinatario, pero su atención no estaría en la hinchada, sino en un breve intercambio verbal con Rubén Peña. Esta vez fueron Lucas Vázquez y Dani Ceballos los que intentaron tranquilizarle.

Con esa pausa que le regalaron sus compañeros parecía que terminaría el primer tiempo, pero no fue así. El pitido final del árbitro, Sánchez Martínez, solo llevó a Vini a encontrarse con el Chimy Ávila en la entrada del túnel de vestuarios y protagonizar un nuevo encontronazo después de que el brasileño dijese algo a los jugadores del Osasuna y el ‘9’ suplente rojillo le empujase.

Pero todo quedó ahí. A Vinícius solo le hizo falta volver a conectarse con su mejor fútbol después del empate de Lucas Torró y 10 minutos después volvió a desbordar por la banda izquierda para generar el caos en el área navarra en la jugada que terminaría con el segundo gol de Rodrygo, que cerró la victoria blanca.