Marcelo dice adiós al Olympiakos a los cinco meses de llegar

Marcelo Vieira dejó el pasado verano la disciplina del Real Madrid tras 16 temporadas de blanco, en las que llegó a ser capitán, batió el récord de títulos de Gento, y levantó la ‘Décimocuarta’. Sin embargo, su final fue agridulce porque debió producirse mucho antes, al menos un par de temporadas, cuando el mejor lateral zurdo del siglo XXI pegó el bajó físico y futbolístico más acusado.

Aun así, ni su imagen quedó empañada para la parroquia blanca, ni el propio Marcelo había dado su brazo a torcer. Quería seguir disfrutando del fútbol, con otro rol y a otro nivel, y parecía que lo había logrado, y que había encontrado en el Olympiakos griego su nuevo hogar. Sin embargo, el defensa brasileño ha rescindido su contrato con la entidad helena después de unas negociaciones con la cúpula del equipo ateniense que resultaron completamente infructuosas.

Han transcurrido únicamente cinco meses tras su adquisición por el campeón de Grecia, al que llegó además en calidad de agente libre, pero el lateral brasileño de 34 años ya no será parte del equipo. Un periplo lleno de altibajos, en el que se le pudo apreciar en bastante peor forma que el pasado año en Madrid, lo que ha repercutido en su poco tiempo de juego: 332 minutos en 10 partidos, y tres goles anotados.

No ha quedado claro el motivo de su marcha del conjunto de Atenas, pero en el país mediterráneo ya apuntan a una oferta de otro equipo que satisface al brasileño deportiva, competitiva y económicamente. Algo complicado de entender dada la pasión que ha desatado Marcelo desde su llegada en septiembre: 25.000 aficionados acudieron a su acto de presentación en el estadio Karaiskakis.

Aun así, tuvo problemas para encontrar su hueco en la banda izquierda hasta con dos entrenadores. Primero con Carlos Corberán, y después con Míchel, Marcelo no ha contado con el estatus de titular indiscutible que le hubiese gustado, y el entusiasmo se fue transformando en decepción. Por eso, ambas partes han puesto fin a su relación, a la que le restaba este año actual más otro opcional.

El equipo del Pireo, el puerto de Atenas, es el club más grande de Grecia y en los últimos diez años ha ganado ocho veces la liga griega y tres veces la Copa de Grecia. En ese mismo periodo, además, solo ha faltado en tres ocasiones en la fase de grupos de la Liga de Campeones. En cambio, con Marcelo en el equipo, este año estaban terceros en Liga, tras Panathinaikos y AEK.

Otro detalle a tener en cuenta, en clave Real Madrid, es el destino que han seguido las estrellas que dejaron libres el equipo el pasado mercado estival. Tanto Isco como Bale y Marcelo dieron su mejor fútbol en Chamartín, a niveles élite mundiales, pero sus últimas temporadas fueron un infierno para ellos, cada vez menos útiles, menos utilizados, menos futbolistas; y para el club y sus seguidores, frustrados por la falta de rendimiento de Marcelo, la de interés de Bale, y la de profesionalidad de Isco.

Cuando dejaron el Real Madrid, además de permitir la entrada de savia nueva, demostraron que club y afición llevaban razón acerca de ellos y su rendimiento. Por unos motivos o por otros, sus carreras se han estancado de forma casi insalvable. Bale ya está retirado, Isco fue despedido del Sevilla por su estado físico y sigue sin equipo dos meses después, y Marcelo sigue buscando un nuevo hogar donde apurar los últimos retazos que le sobran de la magia que demostró en Concha Espina.