La hora de la verdad para Ancelotti y su historia de amor con el Real Madrid

Los rumores sobre el futuro de Carlo Ancelotti están siendo constantes y lo que pase en las próximas dos-tres semanas va a ser determinante para saber si el técnico continúa en el banquillo del Real Madrid. Todo ello mientras al italiano le llegan cantos de sirena de la selección brasileña, que añora su llegada para reconducir el rumbo de la Canarinha.

Con la Liga prácticamente perdida, la Copa del Rey y la Champions son las competiciones a las que se aferra el club blanco para salvar la temporada, un objetivo que para Ancelotti es doble: o gana un título o, salvo sorpresa mayúscula, no seguirá como técnico casi madridista.

Ganar un trofeo mayor (la Supercopa de Europa y el Mundial de clubes no están considerados como tal) es la única manera que tiene el entrenador italiano de seguir en un puesto que adora, y conseguirlo no será nada sencillo.

Tras el choque liguero de este domingo ante el Valladolid (en el Santiago Bernabéu a las 16.15 horas), el Real Madrid visitará el Camp Nou el miércoles para tratar de remontar el 0-1 de la ida en el Camp Nou ante el FC Barcelona. Sellar el billete para la final de la Copa del Rey no será, por lo tanto, una tarea nada sencilla.

Una semana después, el conjunto blanco se enfrentará al Chelsea en los cuartos de final de la Champions en su camino hacia el segundo título continental consecutivo. El miércoles 12 de abril recibirá al conjunto londinense en el Bernabéu, mientras que seis días después, el martes 18 visitará Stamford Bridge. Una eliminatoria que podría decidir el futuro de Ancelotti.

El italiano es feliz en el club y así se ha encargado de decirlo cada vez que ha tenido ocasión, con mención especial a sus palabras de agradecimiento hacia Florentino Pérez por permitirle volver tras conquistar la Champions en París.

Y su forma de pensar no ha cambiado. “Si quieren que me quede tres meses, voy a disfrutar de tres meses. Si quieren tres años, voy a disfrutar de tres años”, aseguró hace unos días. Un amor incondicional que solo llegará a su fin cuando el presidente madridista así lo decida.

Mientras tanto, la selección de Brasil aguarda paciente su oportunidad. En la Canarinha ven en el italiano el perfil perfecto para levantar el vuelo tras otro desastre más en el pasado Mundial de Qatar. Su carácter dialogante, sus innumerables e importantes títulos y la mano izquierda que tiene con jugadores como Vinícius o Rodrygo convencen a los dirigentes brasileños, que están dispuestos a esperar a ver qué pasa con Ancelotti este verano. Mientras, un técnico interino, Ramón Menezes, dirige al equipo en espera de ver qué pasa con el actual entrenador madridista.