La administración Trump defiende el derecho a arrestar inmigrantes en escuelas e iglesias

El jefe de la política de expulsiones masivas de inmigrantes ilegales deseada por el presidente estadounidense, Donald Trump, Tom Homan, asumió el domingo la posibilidad de detenciones en escuelas o iglesias.

También reconoció implícitamente, en una entrevista con la cadena ABC, que las estadísticas de expulsiones de esta primera semana de la administración Trump -unas 500 por día- aún no habían alcanzado el nivel finalmente previsto, insistiendo en la necesidad de recursos adicionales.

“El Congreso necesita unirse rápidamente para darnos el dinero que necesitamos para asegurar esta frontera”, dijo.

Los funcionarios de la Agencia federal de Control de Inmigración (ICE) recibieron el sábado instrucciones de alcanzar una cuota diaria de entre 1.200 y 1.500 detenciones, y el presidente estadounidense está decepcionado por los resultados obtenidos hasta el momento, informa el Washington Post, citando fuentes familiarizadas con el asunto.

ICE también anunció el domingo que había lanzado, con la ayuda de otras agencias federales, “operaciones selectivas reforzadas” en Chicago (norte) dirigidas a “criminales inmigrantes potencialmente peligrosos”, sin más detalles.

El Departamento de Seguridad Nacional rescindió esta semana una directiva de la anterior administración demócrata que regulaba la acción de los agentes de ICE y de la Patrulla Fronteriza en las zonas llamadas “sensibles”, incluidas escuelas y lugares de culto.

“Los agentes de ICE deben tener el poder de decidir que si existe una amenaza a la seguridad nacional o pública en uno de estos lugares, tienen la oportunidad de realizar un arresto”, argumentó Tom Homan en ABC, destacando en particular que “muchos” miembros de la banda criminal salvadoreña MS-13, particularmente activa en Estados Unidos, estaban en edad escolar.

Invocó la necesidad del carácter disuasorio de la represión de la inmigración ilegal. “Si no demostramos que la entrada ilegal tiene consecuencias, nunca resolveremos el problema fronterizo”, afirmó.

Varios responsables de instituciones católicas expresaron alarma en un comunicado el jueves por las intenciones mostradas por la administración Trump.

“Transformar lugares de atención, sanación y consuelo en lugares de miedo e incertidumbre para los necesitados, al socavar la confianza entre pastores, cuidadores, educadores y aquellos a quienes sirven, no hará que nuestros vecindarios sean más seguros”, escriben.

El vicepresidente JD Vance criticó la conferencia de obispos católicos en una entrevista el domingo con CBS, acusándola de “no haber sido un buen socio en la política de inmigración de sentido común por la que votaron los estadounidenses”.