Julie Snyder detalla presunta agresión sexual en 1991

La presentadora y productora Julie Snyder relató laboriosamente el jueves, con la voz quebrada por la emoción y haciendo numerosas pausas, la agresión que alega haber sufrido a manos del deshonrado productor Gilbert Rozon en 1991 en París.

Snyder testifica en la demanda civil por agresión sexual presentada por otras nueve mujeres contra el exmagnate de la comedia.

Snyder, que entonces tenía 23 años y presentaba el espectáculo “Sortir”, estaba en París para cubrir las actuaciones de Michel Courtemanche y, queriendo prolongar su estancia para ir a esquiar con amigos, la habían invitado a alojarse en el apartamento de la empresa Just for Laughs. ya que su estancia en el hotel estaba llegando a su fin.

Al tercer día, Gilbert Rozón también se presentó en el apartamento y, después de hablar con él, se fue a la cama. Estaba durmiendo profundamente cuando la presión detrás de ella la despertó.

“Abrí los ojos y tenía una mano en el pecho y sentí como si me dieran un golpe en la espalda. … Sentí algo dentro de mí. Sentí que mi pijama se había ido dentro de mí. Sentí el empujón que continuó”, dijo.

Al principio, dijo que pensó que alguien había entrado por la fuerza “y luego tuve miedo de que me apuñalaran”.

“Cuando me di vuelta, sentí una sensación de alivio porque vi que no era un criminal con un cuchillo, vi la cara de Gilbert Rozon”.

Al principio creyó que simplemente se había ido a la habitación equivocada, pero rápidamente comprendió que ese no era el caso cuando el hombre estaba desnudo frente a ella y erguido, según su testimonio.

‘Tenía una mirada de loco’

“Estaba como en trance. No era la misma persona. Tenía los ojos desorbitados, su mirada de locura y no hablaba. Emitió sonidos, pero no habló. Estaba en estado de orgasmo”, describió.

“Me dije a mí mismo: no me matarán, pero sí me violarán”.

Luego pidió ir al baño donde ideó un plan de escape y, al salir, le dijo a Rozón que se iba a preparar un café. En cambio, tomó su bolso y sus zapatos y se escapó.

“Cuando llegué a la calle, corrí por mi vida, corrí como nunca en mi vida había corrido”, dijo. Cuando él no la seguía, “me dije a mí mismo, ‘estás fuera, estás a salvo, estás fuera, no necesitas correr, estás a salvo’. Me atacó, pero huí del resto”.

Fue a casa de una amiga y luego regresó al apartamento para recoger su equipaje ese mismo día, pero no dijo una palabra a nadie. “Ni siquiera se lo dije a mi madre. No confié en mi madre”, dijo, y agregó que “cerró un cajón en mi cabeza”.

No quiso denunciar a Rozon, “una de las personas más poderosas de Quebec, independientemente de su género”, por temor a ser juzgada y perjudicar su carrera.

En los años siguientes, rara vez abrió ese famoso cajón de su cabeza. En 1998, confía por primera vez en su colega Louis Noël, un amigo en quien confía plenamente.

Luego, después de que Rozon se declarara culpable de agresión sexual a una mujer de 19 años en el Manoir Rouville-Campbell de Montérégie y recibiera la absolución absoluta en 1998, comió con él, de nuevo en París.

“No lo confronté directamente, pero le dije: ‘Gilbert, sabes que estás enfermo’”, invitándolo a ir a terapia. Según los informes, Rozon le agradeció el consejo.

En 2017, cuando las acusaciones de varias personas contra él se hicieron públicas en los medios de comunicación, finalmente decidió presentar una denuncia ante la policía de Montreal (SPVM).

‘¡Cierra el pico!

Cuando lo vio, en las noticias dijo: “Nunca he hecho el amor con alguien si una persona me dice que no. ¡Nunca!”, dice que gritó: “Cállate la boca. Nunca pude decir que no, estaba durmiendo. Qué extremadamente indecente después de todas las indecencias que ha cometido decir eso. Lo mínimo que puedes hacer es quedarte callado”.

La productora carga con un cierto peso de culpa y afirma que su motivación para finalmente presentar una denuncia se remonta a los acontecimientos del Manoir Rouville-Campbell. Un artículo del columnista jurídico Yves Boisvert, en el que se preguntaba qué habría pasado si el joven croupier del Manoir no hubiera sido el único en presentar una denuncia, la había conmovido.

“Si hubiera levantado la mano en 1998, tal vez se habría detenido. … Me dije: ‘No levanté la mano en el 98, pero ahora lo voy a hacer’.

“La ley que mejor protege a los agresores es la ley del silencio”, argumentó al final de su testimonio.

La denuncia de Snyder nunca llegó a los tribunales. La Directora de la Fiscalía Penal y Penal (DPCP), tras reunirse con 14 presuntas víctimas, solo había conservado una de las denuncias por las que Rozón iba a ser absuelto en diciembre de 2020.

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Un grupo de presuntas víctimas, que se autodenominaban “Les Courageuses”, habían intentado presentar una demanda colectiva contra el magnate de la comedia, pero el recurso, tras ser aceptado por el Tribunal Superior, fue rechazado por el Tribunal de Apelación. En cambio, este último había invitado a los demandantes a presentar demandas individuales. Nueve de ellos siguieron adelante.

Snyder no forma parte de este grupo de nueve demandantes y su testimonio es parte de un intento de sus abogados de establecer la llamada evidencia de hechos similares, que consiste en demostrar que Rozon tiene un largo historial de actos similares.

A cambio, ella y la presentadora Pénélope McQuade están siendo demandadas por difamación por Rozon, quien les reclama 450.000 dólares en relación con los comentarios que hicieron sobre él durante el programa La semaine des 4 Julie en septiembre de 2020.

Snyder iba a ser interrogado por la tarde.

–Este informe de La Presse Canadienne fue traducido por CityNews