Irán denuncia “crimen atroz” después de que Israel reconociera el asesinato del líder de Hamás

Irán denunció el martes un “crimen atroz” después de que Israel reconociera el lunes el asesinato del líder de Hamás, Ismaïl Haniyeh, a finales de julio en Teherán, que calificó de “admisión descarada”.

“Con esta admisión descarada, el régimen israelí admite abiertamente por primera vez su responsabilidad por este crimen atroz”, afirmó el embajador iraní ante las Naciones Unidas, Amir Saeid Iravani, en una carta dirigida al secretario general de la ONU publicada en la red social x.

El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, admitió el lunes que su país había matado al líder del movimiento islamista palestino.

Irán y Hamás culparon del asesinato a Israel, que hasta ahora no había comentado públicamente.

Una guerra enfrenta a Hamás contra el ejército israelí en la Franja de Gaza desde octubre de 2023, tras un ataque sin precedentes del movimiento palestino en el sur de Israel.

En represalia por la muerte de Haniyeh y la de Hassan Nasrallah, líder del Hezbolá proiraní asesinado por Israel a finales de septiembre en Beirut, Irán lanzó 200 misiles contra Israel el 1 de octubre.

Según el embajador iraní ante la ONU, el reconocimiento por parte de Israel de la eliminación de Haniyeh demuestra que esta respuesta militar del 1 de octubre fue “legítima y legal” y que Teherán tiene razón al considerar que “el régimen terrorista de Israel sigue siendo la amenaza más grave para la región y paz y seguridad internacionales.

Israel también mató en octubre en Gaza al sucesor de Haniyeh, Yahya Sinouar, considerado el autor intelectual del ataque del 7 de octubre de 2023 en Israel.

Este ataque provocó la muerte de al menos 1.208 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP elaborado a partir de datos oficiales israelíes. De las 251 personas secuestradas ese día, 96 siguen detenidas en Gaza, 34 de las cuales fueron declaradas muertas por el ejército israelí.

La campaña militar llevada a cabo como represalia se saldó con la muerte de más de 45.000 palestinos, la mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud del gobierno de Hamás, considerados fiables por la ONU.