Euforia desatada en un Metropolitano a reventar en la fiesta de bienvenida a los nuevos fichajes

El Atlético de Madrid dio este miércoles la bienvenida por todo lo alto a sus nuevos jugadores en una fiesta total celebrada en un Metropolitano a reventar. Ocho increíbles jugadoras del equipo femenino y los cuatro grandes nombres del mercado de fichajes veraniego, Sorloth, Juián Álvarez, Gallagher y Le Normand, tuvieron un recibimiento sin igual de una afición que tiene toda su fe puesta en ellos de cara a soñar con los títulos esta temporada. 

La fiesta arrancó de la mejor manera posible, con una espectacular apertura de la afición congregada en el feudo atlético, todos con las linternas de sus teléfonos encendidas y entonando cánticos como si de un partido se tratara. Los colchoneros querían fiesta y la iban a tener con un verdadero conciertazo del grupo ‘Sidecars’. 

Pero eso apenas fue la antesala de un show que comenzó por todo lo alto con los anuncios de las nuevas jugadoras del plantel femenino, ocho futbolistas con ganas de cumplir su sueño con la nueva camiseta: Luany, Gio, Rosa Otermín, Silvia Llorís, Tattiana Pinto, Fiamma Benítez, Jensen y Lauren Lean.

Todas pasaron por el micrófono para mandar sus primeros mensajes a la afición, un público que se lo pasó en grande con la ‘cámara selfi’ que permitió a unos pocos afortunados aparecer en la pantalla del videomarcador.

A continuación llegó el momento más esperado, la entrada de los cuatro futbolista del equipo masculino. Le Normand al son de su piano, Sorloth como si de una presentación de un luchador de la WWE se tratara, Gallagher acompañado de cuatro motocicletas espectaculares y Julián, con sorpresa incluida desde la grada, saltaron al campo a recibir la ovación de sus nuevos seguidores.

Los cuatro, boquiabiertos ante el ímpetu de los aficionados, se unieron a los fichajes del Atlético femenino para escuchar una increíble actuación de una banda musical sobre el césped y, por último, la guinda del pastel, el himno entonado a capela por todos los atléticos que sueñan en grande con sus nuevos ídolos.