Es el Día de la Marmota para Trudeau, que resiste contra viento y marea

Era el Día de la Marmota. Justin Trudeau dijo exactamente lo mismo en Halifax esta semana que en Charlottetown hace un año.

El año pasado, Trudeau descubrió que había una crisis inmobiliaria en Canadá y que Ottawa tenía que hacer algo.

Desde entonces no ha sucedido nada muy concreto… ¡Y este año vuelve a descubrir la misma crisis inmobiliaria! Esta vez quiere ceder terrenos federales a los contratistas de la construcción para que puedan construir viviendas sociales.

El problema, obviamente, es que ni siquiera se construirá un cobertizo en ninguno de estos lotes antes de las próximas elecciones.

Un gobierno que crea crisis

Trudeau debe esperar que los votantes olviden que lleva nueve años en el poder.

Los problemas de escasez de viviendas en Canadá son directamente atribuibles a la decisión de Trudeau de aumentar rápidamente la población de Canadá. Cuando llegó en 2015, Canadá tenía aproximadamente 36 millones de habitantes, mientras que hoy la población se acerca a los 42 millones.

¿Cómo podemos sumar seis millones de personas en nueve años sin planificar los servicios de salud y educación y, sobre todo, la disponibilidad de vivienda?

Una injusticia entre generaciones

Son las generaciones futuras quienes pagarán el precio de esta negligencia y descuido por parte de Trudeau. Es lo opuesto al desarrollo sostenible.

Desde que Trudeau estuvo allí, sus comisionados de medio ambiente y desarrollo sostenible han enfatizado que el gobierno federal no cumplirá con sus obligaciones de reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero.

¡Y eso no es todo! Si bien una de las pocas buenas medidas de Ottawa fue la promesa de electrificar el transporte, ahora Trudeau anuncia que impondrá aranceles del 100% a los automóviles eléctricos chinos porque, según él, ¡China subsidia la industria de los vehículos eléctricos!

Sin embargo, Canadá y sus dos provincias más grandes, Ontario y Quebec, han decidido subsidiar el sector de baterías de vehículos eléctricos por valor de decenas de miles de millones de dólares. ¿Quiénes somos para dar lecciones?

¿Cómo podemos acabar con los combustibles fósiles en el transporte si bloqueamos los coches eléctricos baratos? En la década de 1970, después de la crisis del petróleo, el mercado hizo que nuestros coches fueran ahora más pequeños y consumieran menos energía.

¡Hoy el mundo está patas arriba! Estamos eludiendo las reglas del mercado para imponer a los canadienses coches eléctricos más grandes y más caros, ¡pero que se fabricarán aquí!

Ni los consumidores ni el medio ambiente se benefician de esta decisión, que no se basa en ningún estudio serio.

Los quebequenses quieren que se vaya

Los quebequenses no se dejan engañar. La última encuesta de Léger muestra que el 47% de ellos quiere que Trudeau dimita.

Hemos visto en Estados Unidos cómo un nuevo líder puede ser un soplo de aire fresco, pero Trudeau parece convencido de que es el único que puede vencer a Poilievre.

Desgraciadamente para su partido, resiste y bloquea así a los Mark Carney de este mundo, mucho más cualificados que Trudeau.

La ironía es que Justin se está convirtiendo en la única persona que puede garantizar la elección de los conservadores de Pierre Poilievre.