el paraíso de Santa Marta que se convirtió en un caos por el desorden urbanístico

Lo que de antemano fue una casa de baño clara y fiel, hoy enfrenta una explosión para el colapso del consumo y el alcantarillado, la anticipación injusta de las fundaciones y El temor de que la costa termine privatizado.

La corbata de gaira, también amenazas como Costa Gaira, está ubicado en Al sur de El Rodadero En Santa Marta. Durante Abriles fue la bahía de aquellos que querían tener en un altar del océano sin la concurrencia de las playas más ocupadas. Acullá, los barcos artesanales de los pescadores mezclados con pequeños restaurantes de comida acuática Bruno, vendedores ambulantes y turistas que preferían Una aerofagia más auténtica y comercial.

Ese equilibrio atrajo a inversores y familias que compraron apartamentos en edificios modernos cerca de la costa. Sin requisitos, la alucinación de una gloria externa al océano comenzó a disminuir con la expansión caótica del neumático y el colapso de la úrica pública.

Un sistema Horizonca

Santa Marta en puro arrastra una explosión durante décadas por la culpa del suministro de consumo bebible y de alcantarillado. El amarre de gaira no es irregularidad: remotamente, Los desbordamientos de aguas residuales se convirtieron en tino y pasar en la dirección de la costa puede convertirse en un episodio.

“Uno sale del edificio y ni siquiera puede caminar hasta la playa porque las calles están llenas de aguas de alcantarillado. El olor es insoportable“, Cuenta con una base que pidió no enseñar su honor.

Aunque algunos edificios contratan Tanques privados Para abastecerse del consumo, las familias humildes, muchas de ellas progenie de los pescadores que vivían en el neumático, deben Admitir la opresión y envenenamiento sin alternativas.

Licencias de atmósfera de desorden

Lo que más irrita a los vecinos es que, en la atmósfera de la secuencia naciente, la curadora continúa entregando permisos para nuevos proyectos inmobiliarios, también de dimensiones profusas mayores que las existentes.

Carlos Cárdenasquien llegó a Justillo ocho aperturas, compró un domicilio atraído por la integridad y el Tino. Hoy, replica que piensa en descuidar a la gente: “Lo hice por el tino, la fortaleza, porque era un neumático basar y tener en un altar en la tribu. Sin embargo, las vidas de alcantarillado se desbordaron, no importa si llueve o no. La conducción incluso alega al litigio. ¿Cómo no es comercial que sigan aprobando edificios sin destripar estos …