El campeón de hockey sobre trineos sube el Kilimanjaro
Written by rasco on August 4, 2024
Un campeón de hockey sobre trineo que lucha contra una paraplejía parcial tras un accidente en moto de nieve acaba de escalar el Kilimanjaro para recaudar fondos para quienes viven una realidad similar a la suya.
“El día de la cumbre fue el más difícil de mi vida. Me costó todo llegar allí, con la altitud y el cansancio”, dice con franqueza por teléfono Vincent Boily, que esperaba el jueves en un aeropuerto de Kenia su regreso.
El 28 de julio, el joven de Alma de 24 años logró lo que a gran parte de la población en buena forma física le costaría lograr.
Solo entre un grupo de extranjeros, escaló el monte Kilimanjaro, la montaña más alta de África, a una altitud de 5.895 metros.
En moto de nieve
“Hice esto por la causa. No sabía qué esperar”, confiesa humildemente después de caminar más de 90 kilómetros.
La única diferencia es que Vincent vive con paraplejia parcial desde un accidente de moto de nieve ocurrido en diciembre de 2017, en Lac-Saint-Jean.
“Me rompí la columna. Estuve paralizado durante unos buenos cinco meses. Me llevó dos años de rehabilitación poder caminar”, recuerda.
Desde entonces, Vincent ha progresado.
Estaba siendo ascendido a una exitosa carrera de hockey y debía terminar la temporada en la Liga Mayor de Hockey Juvenil de Quebec (QMJHL), en el momento de su accidente.
Luego tuvo que demostrar una resiliencia increíble para reorientar su vida, superando en particular una depresión grave.
“Realmente encontré mi camino en el para hockey. Estoy terminando mi licenciatura en administración en la UQAM. Mi vida ha vuelto a encontrar sentido”, afirma el hombre que se coronó campeón mundial de este deporte el pasado mes de mayo, con el equipo de Canadá.
Una diferencia
Fue así como, como modelo para personas que vivían con limitaciones físicas similares a las suyas, Vincent tuvo la loca idea escalar el Kilimanjaro en solitario en nombre de la Fundación Médula Espinal y Motricidad de Quebec.
“Quiero marcar la diferencia”, dice, todavía exhausto tras su ascenso de siete días.
“Todavía estoy quemado”, continúa el joven que eligió el camino más largo para evitar una subida demasiado rápida. Superé grandes obstáculos. Quería encontrarme a mí mismo y superar mis límites”.
Lento pero seguro, llegó a la cima. De su grupo de once escaladores, nada menos que cuatro se vieron obligados a abandonar.
Dos veces más
“Puedo caminar con aparatos ortopédicos largas distancias, pero necesito el doble de energía que los demás porque mis músculos no funcionan bien”, dice Vincent, quien se presiona a sí mismo para lograrlo.
“Realmente no fue fácil. Pero me habría costado mucho parar. La resiliencia es un poco parte de mi realidad, con lo que he vivido”.
A su viaje le siguieron dos días de descenso durante los cuales pudo saborear su hazaña con una sonrisa en el rostro.
Descarga nuestra APP BEONERADIO
Google Play | Apple Store
www.be1radio.com
Instagram: @be1radio