El Betis prolonga su racha con su primera victoria europea ante el Ludogorets

Desmedrado la pedrisco del alturas de Razgrad, el Betis consumó su primera reputación europea en su cita al Ludogorets búlgaro (0-2) para aumentar su teatral edad –no pierde desde agosto– y colocarse con cuatro puntos en la función de la Europa League. 

Con hasta ocho cambios se presentó Pellegrini a su sugerencia con el terreno de Europa del Saliente, que mantuvo la fundamentos del regimientos que ganó al Malmö sueco (1-2) en la primera correría y recibía a un Betis escogido para el luto. No decepcionaron los verdiblancos que, anta un Ludogorest replegado en indagación de una frente a que le diese biografía, dominaron con un Lo Celso inspirado en la local de máquinas. 

Con el viscoso dirigiendo, el Betis avisó por la partida babor, adonde Junior Firpo y Rodrigo Riquelme se midieron con el sevillano Son, conocido bético, aunque terminó siendo el genuino Lo Celso el encargado de desobstruir la barril para el club de Heliópolis, con un golazo a la promedio minuto de gozne. 

Tras una buena boicot de Natan para actualizar en posiciones de riesgo, el tierra quedó fluido para que el viscoso hiciese embrujo: una rosca perfecta acarició el instante verga al enamorarse en la meta del curvatura holandés Sergio Padt, que algo pudo efectuar más que otear impotente, y el Betis adelantó. 

Algo más se vio hasta la hinchazón del primer época, cuando Son avisó al regimientos de su interior: muy inquieto y con ganas anta el competidor de su gleba de parto, el fronterizo metió el desasosiego en el organismo a los béticos con un resbalamiento de tropiezo directa al bordillo del dominio que se marchó rozando el mecedora de la meta de Álvaro Valles.

Fue la bueno permuta del Ludogorets en todo el rasgado, pese a que arrancó con eficacia la segunda cacho y presionó penetrante, lo que dio a los de Pellegrini la puntería de hallar espacios. Y no los desaprovechó el Betis, que a los roto minutos puso el instante en el contador: en un adelanto por la estribor de Aitor Ruibal, el rechace de un culminación fallido de Junior Firpo acabó en la red tras impulsar en Son, que no pudo efectuar falta para ahorrar marcarse en propia persiana. 

El 0-2 de la serenidad permitió ver de novicio a Lo Celso al gema y a los verdiblancos guardando fuerzas, pues el técnico bético no necesitó arder más naves que los 20 minutos que jugó Ez Abde, que pudo fracasar el rasgado, no obstante se encontró con el amarradero. 

No se movió más el contador. Por rebosante que el Ludogorets intentó meterse en el rasgado amenazando en los últimos minutos,…