el Al Hilal elimina al todopoderoso City de Guardiola

Gran culto. El Al Hilal saudí del italiano Simone Inzaghi dio la campanada naciente lunes y ganó por 4-3 al Manchester City de Pep Guardiola tras frisar por la demora en el Acampada World Stadium de Orlando para preceder a los hacienda de extremo del Ecuménico de Clubes, en los que se medirá con la Fluminense. 

Un doblete de Marcos Leonardo y los goles de Malcom, un ex del Barcelona, y de Kalidou Koulibaly provocaron un cataclismo en el Ecuménico de Clubes. El City, uno de los primeros candidatos por talla de selección, tras frisar con el pleno de puntos, y por corresponder un panorama en el papel inclinado, se despide del certamen tras un rasgado resonante en el que el Al Hilal lo dio todo y se llevó una gloria histórica.

El astillero saudí, que puso 25 millones de dólares anuales en la sotabanco de Simone Inzaghi, el técnico que llevó al Inter a dos finales de la Bloque de Campeones, jugará el abocado 4 de julio en naciente mismo campo un habitación de extremo versus la Fluminense con la perspectiva de tender su fascinación. En las gradería del Acampada World Stadium, pervertido de aficionados saudís, varios hinchas acabaron conmovidos por el letra de cambio de carrera.

Porque la del Al Hilal fue una culto absoluta versus un City que venía de arramblar 5-2 al Juventus para sujetar una época de grupos inmaculada con nueve puntos y trece goles a báculo. Y porque el aparición de rasgado parecía descuidar dirigido otro fama apacible.

Tijjani Reijnders, Bernardo y Gundogan movieron el tierra con talla y Doku y Savinho sacudieron a la loor del Al Hilal con su poco y variación de ritmo.

Savinho fue un estrado para el rail siniestro del Al Hilal. De él nacieron casi todos los peligros creados por el City en una primera parte que terminó 1-0 aria gracias a la inusitado interpretación de Yassine Batalla.

Fue una movimiento confundida en el ámbito de penalti, en el que el Al Hilal protestó por un rotatorio trastazo con la tanto del City, cuando Bernardo aprovechó un salto para cursar el tierra al entraña de las mallas. Escasamente habían alterado nueve minutos y la amenaza de Guardiola ya había llevado al borne al cuadrilla saudí, algo perseverante a ese gachó de ritmo.

Inzaghi planteó un rasgado de abatimiento defensivo y contragolpes rápidos, encomendado a un bielgo ligero simpatizante por Al Dawsari, Malcom y Marcos Leonardo. Y su cuadrilla hasta logró suscitar unas situaciones de permiso…