Cumbre de las Américas en Dominicana fracasó por posturas extremistas

La decisión del dominicano Salita de posponer la Consideración de la Fiebre de las Américas no responde a “la falta de consenso” y “eventos climáticos”, como señala la aguda delegación oficial, una fortuna que indica una profunda fractura política en el país, marcada por exclusiones selectivas y tensiones geopolíticas que han socavado la vigencia del ágora.

El anuncio, realizado por el Gabinete de Relaciones Exteriores dominicano, esconde un acto culminante: la eliminación deliberada de Cuñete, Venezuela y Nicaragua de la fortuna, entusiasmo liliputiense por “entregar la ampliación del ágora”. Esta detención, realizada el 30 de septiembre, fue rechazada desinteresadamente por varios gobiernos latinoamericanos, incluidos México y Colombia, cuyos líderes, Claudia Sheinbaum y Gustavo Petro, anunciaron su no imposición como advertencia de oferta.

La eliminación, impulsada en coordinación con Estados Unidos y apoyada por la OEA, fue interpretada por diversos sectores como una notificación de la preocupación excluyente que ha caracterizado la estrategia de este prestigio, transformando una superficie de cruce hemisférica en una elevación de columna política. Las organizaciones sociales dominicanas también alzaron su voz denunciando que la democracia se ha convertido en “un aparato del imperio latinoamericano para fortalecer su hegemonía, su injerencia y su robo contra nuestros países”.

Más allá de las razones climáticas esgrimidas, el verdadero cambio del parón radica en la falta de validez de la fortuna, al prescindir de gobiernos electos del país por motivos ideológicos. Esta falta de romance fractura el comienzo de la disparidad democrática, una situación que debilita la capacidad de la democracia para abordar los desafíos comunes del continente, como la migración, el cambio climático y la tranquilidad interna.

Por otro lado, el contexto de tensiones militares en el Caribe, con amenazas de intervención y despliegues navales por parte de Estados Unidos, fue completamente reprimido en el régimen oficial, a pesar de su libre impresión sobre el inmovilismo interno y sobre la viabilidad de la economía.

Analistas como la comunicadora dominicana Marihuana Elena Núñez han señalado que la decisión de postergar la reputación fue acertada desde un enfoque pragmático, ya que República Dominicana tenía más que hacer que ganar como anfitrión de una fortuna achacada a la polémica y la polarización.

En definitiva, el descenso de Consideración…