Cuatro meses después de que las escuelas de Quebec prohibieran los teléfonos móviles, el impacto “es importante”

Cuatro meses después de que Quebec prohibiera los teléfonos móviles en las escuelas primarias y secundarias, muchos administradores escolares informan de efectos positivos en la vida social, la actividad física y el rendimiento académico.

En la École Monseigneur-A.-M.-Parent de Longueuil, la víspera de las vacaciones, los estudiantes inundaron los pasillos durante el almuerzo. Algunos jugaban a las cartas, otros al ping-pong o a juegos de mesa.

“Antes, todo el mundo jugaba con sus teléfonos, pero ahora jugamos juntos y hablamos entre nosotros”, dijo Constance Boie, una estudiante de 11º grado. Su compañera de clase, Shelby Miclette, se describió a sí misma como “introvertida” y dijo que la prohibición la animó a hacer nuevos amigos. “Estoy más abierto a los demás que antes. Eso me sacó un poco de mi burbuja”.

La directora de la escuela, Mélanie Lacourse, dijo que los beneficios fueron evidentes casi de inmediato, particularmente en el fomento de relaciones auténticas entre los estudiantes. “Es un ambiente más amigable. Sí, a veces hay más ruido porque hablan entre ellos, pero es maravilloso verlo. He notado una disminución en el aislamiento”, dijo. Ella cree que actividades como jugar futbolín, ping-pong, ir al gimnasio o pasar tiempo de calidad con un amigo afectan positivamente la concentración, la atención y el aprendizaje.

Miclette añadió que sin comprobar las notificaciones telefónicas antes de clase, la concentración de los estudiantes ha mejorado.

La prohibición, que ya estaba vigente para los estudiantes de séptimo grado en la escuela, se amplió este otoño para incluir a los grados 8 a 11.

En el Séminaire Saint-François, cerca de la ciudad de Quebec, el director Jean-François Boisvert dijo que esperaba cierta resistencia por parte de los estudiantes mayores, pero que la implementación se desarrolló sin problemas, sin rebeliones ni quejas. Señaló que ahora los estudiantes juegan, ríen y hablan en los pasillos, lo que genera un impacto importante en las habilidades sociales.

La psicóloga clínica e investigadora Linda S. Pagani del centro de investigación CHU Sainte-Justine dijo que los resultados no son sorprendentes. El uso excesivo del teléfono no sólo dificulta el aprendizaje sino que también impide el desarrollo de la personalidad. La adolescencia es un período crítico para la formación de la identidad y la hiperconectividad puede interferir con este proceso. “Es como decirle a un bebé que se quede en el cochecito; más tarde aprenderá a caminar”, dijo.

En el Séminaire Saint-François, la prohibición también requirió cambios en la supervisión, ya que los estudiantes ahora deambulan, juegan al escondite o corren por los pasillos. Boisvert dijo que prefiere gestionar la vida en la escuela en lugar de una multitud mirando los teléfonos.

Pagani agregó que la exposición constante a plataformas digitales genera fatiga mental y reduce la capacidad de aprendizaje. Destacó la importancia del tiempo desconectado y la escritura a mano como herramienta de aprendizaje.

Algunas escuelas privadas todavía exigen tabletas, pero los expertos cuestionan su eficacia. Boisvert dijo que la escuela planea reemplazar las tabletas con computadoras portátiles el próximo año, y señaló que las computadoras portátiles están más alineadas con las futuras necesidades académicas y profesionales de los estudiantes. Si bien las tabletas pueden ser educativas, también pueden servir como herramientas de ocio, creando desafíos para profesores y padres.

La prohibición de los teléfonos móviles dentro de las aulas comenzó en enero de 2024, tras la primera recomendación de la Comisión Especial sobre los Impactos de las Pantallas y las Redes Sociales en la Salud y el Desarrollo de los Jóvenes, que publicó un informe preliminar la primavera pasada.