Blanchet se opuso a ‘convertir Quebec en una autopista para el aceite sucio’

En una carta de respuesta que acaba de enviar al primer ministro de Nueva Escocia, el líder del bloque quebécois, Yves-François Blanchet, reitera su “fuerte oposición a cualquier proyecto dirigido a convertir Quebec en una carretera para petróleo y gas sucio de Occidente”.

Pasar una tubería de petróleo a través de 830 vías fluviales, incluido el río St. Lawrence, presenta demasiados riesgos para el medio ambiente, particularmente para el agua potable, el líder del bloque de Québécois señala en su carta. Y eso no cuenta las tierras de cultivo a lo largo de la ruta de la infraestructura, señala Blanchet.

Aceptar esto sería equivalente a aceptar “todos los peligros para los Quebecers, pero ninguno de los beneficios”, agrega Blanchet.

El líder del bloque Québécois está respondiendo a Tim Houston, quien le envió una carta en febrero diciendo que encontró su oposición al transportar energía desde el oeste de Canadá a las provincias del Atlántico “completamente inaceptable”.

En ese momento, el primer ministro de Nueva Escocia invocó la necesidad de la unidad nacional y la autosuficiencia energética de Canadá, en el contexto de las amenazas estadounidenses de tarifas.

Houston también había intentado aprobar una moción que pidió al gobierno federal que condene a cualquier líder político que se oponga a proyectos de infraestructura energética, en el contexto de la guerra comercial con los Estados Unidos. Pero, no obtuvo el consentimiento unánime que necesitaba en su asamblea legislativa para presentar esta moción.

En su carta, el líder del bloque se tomó la libertad de despedir una flecha en el primer ministro Houston, quien invocó la unidad nacional dentro de Canadá. “No tenías esta sed de la unidad nacional cuando Quebec estaba pidiendo la distribución equitativa de los solicitantes de asilo entre las provincias”, respondió.

El líder del bloque insistió en que el principio de aceptabilidad social de un proyecto está “en el corazón de la democracia” y que actualmente no hay aceptabilidad social para este proyecto en Quebec. Señala que la Comuntauté Métropolitaine de Montréal también se opone al proyecto, y que representa a 4 millones de ciudadanos.

Concluyó diciendo que los Quebecers saben lo que es bueno para ellos y decidirá en consecuencia.

–Este informe de La Presse Canadienne fue traducido por CityNews