Biden y Trump: dos viejos seniles que se aferran al poder

El 4 de julio de 2024, Joe Biden dijo: “No tengo intención de irme”.

Lamentablemente, durante el reciente debate contra Trump, el mundo entero vio a Biden frustrar cualquier esperanza de que los demócratas ganaran las elecciones del próximo noviembre.

¿Podemos salvar al soldado Biden? Lo dudo…

¡La imagen!

El excelente desempeño de su gobierno en el plano económico queda completamente borrado por la imagen de este presidente debilitado por el envejecimiento.

El pueblo asocia la vitalidad del país a la de su presidente, imaginando a los Estados Unidos en decadencia…

¡Si bien el país no había experimentado tal vitalidad económica desde los años 1960!

Los demócratas se han engañado a sí mismos al ignorar las señales de advertencia de la menguante fuerza de Biden.

El mal esta hecho.

¿Cómo y quién reemplazarlo?

La vicepresidenta Kamala Harris, más conocida por el público en general, tendría pocas posibilidades de ser elegida.

Los estadounidenses, si eligieron a Obama en 2009, mostrarán un racismo y una misoginia desinhibidos en 2024.

¿Los otros candidatos potenciales?

Todo interesante, pero es tarde y la pendiente es fuerte.

¿Trump en gran forma?

El matón es sólo 4 años menor que Biden.

No flaquea (bueno, no demasiado). Su corpulencia le da una apariencia más sólida. No tartamudea…

Despotrica, ataca, dispara a todo lo que se mueve.

Su base, cegada por esta rabia de ganar, no ve que el puchero desdeñoso y despectivo de Donald, la mirada cargada de odio, las palabras vulgares se parecen más a la demencia senil que a la agudeza.

Para los republicanos, sólo importa la victoria.

Sin caer en la discriminación por edad, el hecho es que la vejez pasa factura a ambos bandos.

En cuanto al pueblo estadounidense, tal vez acaban de celebrar su último 4 de julio como nación libre e independiente.