un grupo de mujeres obreras lo reconstruyen luego de ser arrasado por los paramilitares
Written by Estefania Cifuentes on December 23, 2025
un grupo de mujeres obreras lo reconstruyen luego de ser arrasado por los paramilitares
En el año 2000, el municipio de Chinulito, zona rural del municipio de Colosó (Sucre), en el centro de los montes de maria Se convirtió en un pueblo fantasma. Sus casas fueron quemadas, mientras un comando paramilitar integrado por aproximadamente 70 hombres mató a un grupo importante de sus habitantes.
todos ellos eran campesinosagricultores que, a punta de hacha, machete y azadón, hacían surcos en la tierra para ‘dar origen’ a los productos del campo y así sobrevivir junto a sus familias.
Habitantes de esta comunidad Fueron identificados como guerrilleros.o al menos ayudantes de los frentes 35 y 37 del ejército. FARClo que llevó al grupo paramilitar Montes de María a acabar con sus vidas.
Los dos grupos al margen de la ley se habían enfrentado en varias ocasiones en esta zona de Sucre, dejando a la mitad a una comunidad trabajadora que subsistió en medio del conflicto y que finalmente se convirtió en la más afectada.
La maleza se tragó el pueblo y lo convirtió en un fantasma. Foto:Cortesía de Gissele Cuevas Sayas.
El asesinato de los campesinos que viven en las aldeas. El Cerro, Ceibita, La Arenita y El Parejo Fue el colmo que provocó que sus habitantes abandonaran por completo Chinulito.
Los guerrilleros también provocaban muertes selectivas, entrando a las fincas para robar lo poco que tenían sus dueños y muchos de sus las mujeres fueron abusadas.
un pueblo fantasma
la ciudad Estuvo completamente abandonado durante 19 años.. Sus casas se perdieron entre la maleza, sólo quedaron en pie trozos de bloques de cemento. Sus calles dejaron de existir, la montaña lo cubrió todo.
A partir de 2019, varias familias perdieron el miedo y a pesar del miedo pegado a su ropa, decidieron regresar a la que alguna vez fue la tierra donde plantaron sus esperanzas.
El trabajo fue arduo, pero poco a poco dio sus frutos y con el regreso de 182 familias, el pueblo que un día se convirtió en ‘fantasma’ comenzó a volver a la vida.
También regresó la Policía Nacional, la iglesia volvió a sonar sus campanillas, el aguacate florece en los campos, al igual que la yuca, el ñame y otros productos.
Los niños también regresaron a clases, aunque la sede de la Institución no contaba con las mejores condiciones de seguridad para los menores.
Es entonces cuando el Gobierno Nacional, a través de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial -PDET-, la Agencia de Renovación Territorial…
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