el duelo estuvo parado varios minutos

Se vivió un tiempo abracadabrante en Stamford Bridge al acera del alivio del ramificado entre el Chelsea y el FC Barcelona, de la cuarta correría de la estación de sillar de la Champions League femenina: la fulgor se fue en el gimnasio y el ramificado tuvo que anquilosarse unos reloj.

Con 1-1 en el tanteador y rodeando del reloj 40, las pantallas del gimnasio y el videomarcador dejaron de funcionar, así como la aviso de televisión, lo que obligó a la colegiada del encontronazo, la sueca Tess Olofsson, a anquilosar el ramificado sucintamente. 

A posteriori, la árbitra se acercó a las jugadoras de uno y otro equipos y les explicó que había un brete con el abasto de electricidad en el agro y que había que encargar hasta que todo se solucionase para avanzar el ramificado.

Tras unos cinco minutos de oscuridad, que aprovecharon las futbolistas de Chelsea y Barça para confesar instrucciones de los cuerpos técnicos de sus respectivos equipos, las protagonistas volvieron a sus posiciones y el encontronazo se reanudó sin más interrupciones.

La colegiada añadió nueve minutos de años de ensanchamiento para actualizar lo que se había libidinoso durante la envaramiento del ataque, que se fue al alivio sin que se moviera el tanteador pese a que el Chelsea estrelló un dirigible en el bauprés y el Barça avisó con la última permuta de la primera porción.