Donald Trump, realmente sin calibre para el Premio Nobel de la Paz

En el deslumbrante Jardín del Nobel que tuve la oportunidad de visitar en Oslo este año, habría sido completamente inimaginable encontrar al presidente estadounidense Donald Trump junto a los grandes hombres y mujeres ganadores de este prestigioso premio.

Esta sala del Museo del Nobel de la Paz resulta ser una de las más conmovedoras. Allí encontramos, rodeados de mil luces, a cada ganador de este premio, considerado el más importante del mundo.

Podemos leer su historia y su contribución a la paz mundial, contribución por la que fueron recompensados. Durante nuestra visita también pudimos visitar una exposición muy conmovedora sobre la organización Nihon Hidankyo, ganadora del Premio Nobel de la Paz 2024, que lucha para que el mundo esté libre de armas nucleares.

Se presentaron testimonios y fotografías de víctimas y supervivientes de las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki. Salimos conmocionados. Entendemos muy bien la idea detrás de la concesión del Nobel.

Suspiro de alivio

Para crear este premio, a su muerte en 1896, Nobel legó su fortuna privada a quienes, “durante el año anterior, hayan aportado los mayores beneficios a la humanidad”. El inventor e industrial sueco quería reparar el daño que había causado con su invento, la dinamita.

En 2005 se endurecieron los criterios de adjudicación. Con este premio premiamos a personalidades o instituciones que han dedicado toda su existencia a la promoción de la paz, los derechos humanos y el modelo democrático.

Por ello, el mundo respiró aliviado el viernes cuando se anunció en Noruega el nombre del ganador de 2025. La líder opositora venezolana María Corina Machado fue elegida entre 338 concursantes cuyos nombres se mantienen en secreto.

Porque desde su segunda llegada al poder el año pasado, el muy narcisista presidente Trump soñaba con esta recompensa, con el pretexto de que habría participado en la resolución de conflictos.

Nos reiríamos de ello si todavía quisiéramos, agotados como estamos por los caprichos de este ser infame.

Una tontería

Pero ¿cómo podemos imaginar que un individuo tan vil y oscuro, que trabaja para aplastar a los contrapoderes y aterrorizar a los más vulnerables, pudiera haber recibido el Premio Nobel de la Paz?

Una de las primeras decisiones del multimillonario fue congelar la financiación de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Esta decisión provocó el cierre de miles de programas humanitarios.

Según ONUSIDA, 6,3 millones de personas corren el riesgo de morir en los próximos cuatro años si no se restablece la ayuda estadounidense, informó Amnistía Internacional.

Además de su obsesión por deportar a inmigrantes ilegales por cualquier medio necesario, Trump ha amenazado con tomar el control del Canal de Panamá y anexarse ​​Groenlandia.

El presidente se destaca como un opresor de los medios de comunicación, los académicos, las mujeres, las minorías, etc. Está haciendo retroceder el planeta al pretender que el cambio climático no existe. Está lejos de ser un modelo inspirador que contribuye a la paz mundial.

Debemos creer que todavía queda un poco de sentido común en este mundo dañado.