Casi $ 568 millones en fondos públicos perdidos con Recyclage Carbone Varennes

La ministra de Economía, Christine Fréchette, se niega a comentar sobre el destino de cientos de millones de dólares en dinero público que claramente se perderán en la aventura de Recyclage Carbone Varennes (RCV).

La Presse reveló el lunes que Stormfisher, una compañía canadiense-estadounidense, ofrece comprar la planta para una miseria, $ 17.5 millones. Sin embargo, esta planta, que estaba completa del 75 por ciento cuando la compañía eligió solicitar protección bajo la Ley de Acuerdo de Acreedores de las Compañías, finalmente se esperaba que representara una inversión de $ 1.5 mil millones. Esta cantidad fue el resultado de excesiones de costos, ya que el costo inicial del proyecto se estimó en $ 1.3 mil millones.

Dinero público

Visitando a Varennes el lunes para anunciar otra inversión en una compañía en este municipio de Montérégie, Fréchette se negó a decir cuánto perdería Quebec, a pesar de que es un conocimiento público que Quebec había cometido $ 365 millones en préstamos y acciones preferidas.

Ottawa, por su parte, había prometido $ 187 millones en subvenciones para el proyecto, mientras que el Banco de Infraestructura de Canadá (CIB) había anunciado un préstamo de $ 277 millones a la empresa conjunta entre Shell, Suncor, Proman y el gobierno de Quebec, que eran accionistas en RCV.

Al final, de los aproximadamente $ 829 millones en dinero público prometido, se desembolsaron unos $ 530 millones, además de $ 38 millones en financiamiento provisional agregado por Investissement Québec y el CIB, sumas que ciertamente no se recuperarán.

El RCV era propiedad conjunta de compañías de petróleo y gas Suncor (27%), Shell (36%) y Proman (13%), así como de Investisement Quebec (24%).

Fréchette se refugió detrás del hecho de que el caso está ante los tribunales para limitar sus comentarios al mínimo: “No puedo comentar sobre este caso en detalle porque el proceso está en curso”.

Grandes jugadores

Reconociendo que “no logró el éxito que queríamos”, señaló que todavía había “otros grandes jugadores involucrados con nosotros”, refiriéndose en particular a Shell y Suncor. Sin embargo, argumentó, “ha habido cambios en el mercado; los costos aumentaron a nivel de proyecto, un accionista importante también se retiró, y con la administración Trump, vimos una caída en los costos”.

Inicialmente, se esperaba que RCV produzca 125 millones de litros de biometanol para el transporte marino al recuperar y reciclar más de 200,000 toneladas de desechos anualmente. La mitad de este tonelaje consistía en residuos de biomasa forestal y la otra mitad de materiales de desecho no reciclables, lo que habría evitado su eliminación de vertederos y las emisiones de metano resultantes.

Stormfisher, por su parte, tiene la intención de producir “e-metanol” del hidrógeno verde.

Quebec no está apoyando la oferta de $ 17.5 millones de Stormfisher, dijo la Sra. Fréchette. “No hay apoyo como tal planeado. El proceso está en curso, y ahí es donde debe tratarse y analizarse. Una vez que ese proceso esté completo, tomaremos una decisión”.

Según La Presse, los acreedores solicitaron y obtuvieron una extensión corta del tribunal para evaluar lo que podría obtenerse al liquidar los activos, ya que su valor se estima en aproximadamente $ 41.5 millones. Estos acreedores, como la ciudad de Quebec y Ottawa, no verán un centavo de su capital.

–Este informe de La Presse Canadienne fue traducido por CityNews