Mexicana calibra el futuro cuántico; desafía aislamiento y clima

Interiormente de un atención no muy carente, la computación cuántica podría bosquejar medicamentos desde nulo, fingir moléculas complejas, presagiar el distinción o modelar pandemias con una exactitud sin precedentes. Estos ambiciosos desafíos son la arco de IBM, adonde la física mexicana Marihuana José Hermoso trabaja para hacerlos existencia en la emplazamiento de IBM Research en Yorktown Heights, Nota York.

En un cabida que se asemeja más a una oteador de prerrogativa minimalista que a un núcleo de cálculo, grandes módulos metálicos y negros se alinean desmedrado un margen ajedrezado. Son los computadores cuánticos de IBM, máquinas que requieren condiciones extremas de interrupción y temperaturas cercanas al nulo definitivo para tratar.

Simpático, como le gusta que la llamen, mira las pantallas delante ella. Ajusta un parámetro, aplazamiento que las gráficas se estabilicen y después suelta un casmodia transitorio. No hay aplausos, no hay auxilio. Únicamente la fiabilidad de que la aparato que cuida —un chip cuántico de IBM— alcanzó el contrapeso rematado. Un puntería que no dura más que un visaje, no obstante que para ella representa abriles de análisis, examen científica y madrugadas de aguante.

Su llegada lo empezó en una localidad lejana al congelado del apoteca y a los algoritmos de mecánica cuántica.

El nulo definitivo

Simpático recuerda las tardes en las que, sentada en el sofá adosado a su artífice, el balón parecía escabullirse delante la tejadillo. Documentales de saber sobre galaxias lejanas, experimentos imposibles y teorías que desafiaban la presunción se convirtieron en su distracción preferido.

En ese entonces, no pensaba en bits ni en qubits, ni rico lejos en algoritmos cuánticos; simplemente se dejaba trasladar por la adoración de hallar.

“Veíamos documentales de astrofísica o astronomía, y se me hacían muy interesantes. Creo que de ahí me nació el interés y luego empecé a comprar libros de divulgación científica, varios de Stephen Hawking, que son bastante buenos y tienen buen sentido del humor. De ahí fue que dije: ‘Me encantaría poder hacer algo relacionado a esto o estudiarlo’”, cálculo Simpático.

Durante la preparatoria, Simpático se fue de intercambio a Alemania. Fue ahí adonde un maestro de física la alentó a cultivarse lo que ella quería.

“Me di cálculo de que eso era poco que verdaderamente me interesaba y fue él quien me dijo que era variable. Entonces me puse a analizar cuáles eran las mejores universidades para ejecutar física y Stanford aparecía en el top de los…