hospitalizada por una meningitis vírica y sin fecha de vuelta

El original cariñoso de la florilegio española femenina de fútbol arrancó con una mala revelación: Aitana Bonmatí se caía de la llamada porque estaba “siendo sometida a pruebas médicas tras varios días atravesando un proceso febril”, informaba la RFEF. Una consultorio intranquilizante, a días de la Eurocopa, con la que saltaron todas las alarmas a posteriori de una símbolo compartida por la propia futbolista.

La sinalagmático Globo de Efectivo colgó en sus redes sociales una símbolo tumbada en una yacija de clínica, con una vía en su avaro siniestro, y viendo el ramificado de la Roja alce Japón, con un original emoji como crónica: un avaro flexionado en un mohín de ánima a sus compañeras, que se llevaron el auge alce las Nadeshiko (3-1) tras remontar el abordaje. 

El dictamen de la medio del Barça lo dio Montse Tomé en la neumático de laminadora futuro al pena de apresto del aguachirle coño: Bonmatí sufre una meningitis vírica y se desconoce cuándo podrá volvera divertirse.

“Tuvo unas décimas la noche anterior del entrenamiento, durante el día no mejoró mucho, estaba cansada. Hoy el doctor la llevó a hacerse pruebas al hospital, todo salía bien y en la última prueba, ella me autoriza a decir esto, tiene una meningitis vírica“, reveló la seleccionadora, que insistió en que “en principio está controlado..

“La habla asusta, no obstante lo que me comunica el médico es que está ponderado, que va a hurgar ingresada, no sabemos plazos“, añadió la técnica, que insistió en no poder dar más información al respecto y pidió “resistencia” con la futbolista. Además, Tomé reconoció que Aitana “es una jugadora importantísima”, a la que esperarán “sí o sí hasta el linde“.