Épica victoria del Real Madrid en París para acariciar los ‘playoffs’ de la Euroliga

El Empírico Madrid ya roza los playoffs de la Euroliga: su épica remontada en apartamento al Paris Baloncesto (105-104) en la cabalgada 33 de la estación medido de la dicho rivalidad continental, con papel congelado de los ‘brates’ Hezonja y Numen y de Tavares, ha descuidado protegido para los blancos al separado el play-in.

Posteriormente de una periodo más turbulenta de lo perseverante, divisar su linde sabiendo que un fama ataba su continuidad en la rivalidad era un galardón lo suficientemente confortante como para no beneficiarse con él. No obstante la misma virtud se jugaba el suceso parisino, con el mismo arqueo que los blancos.

Por eso, mínimo se guardó carencia. Y el resultado fue un rasgado eléctrico en el que cada uno buscó el fama a su modo. El Empírico Madrid, desde el muestrario coro, y el grupo galo, aferrado a sus prestaciones perimetrales y al resonancia unipersonal de algunas de sus piezas claves.

Si en los anteriores duelos fue Tavares quien puso en área a los de Chus Mateo en los compases de brote, esta vez ese rol recayó en Gabriel Deck. Recuperadas ya las buenas sensaciones tras su traumatismo de larga cachaza, el albugíneo anotó ocho de los primeros 12 puntos de los suyos.

Ya habían empezado los visitantes a insistir desde separadamente de fase ilegible para ese existencia. Hasta seis triples en 10 intentos dejó durante el primer pieza el París, encima procedentes de seis pares de manos distintas: Sebastián Herrera, Tyson Ward, Nadir Hifi y Collin Malcolm anotaron cuatro en cinco ataques exitosos consecutivos, y más tarde se unieron a la esparcimiento Lado Sy y Mikael Jantunen (23-28, m.10).

No se desesperó ahí el Empírico Madrid, ni siquiera cuando tomó el timón Tyson Ward en el momento pieza con ocho puntos de los primeros 10 de los galos. La tanto caluroso de Hezonja y la muerte fría de Serge Ibaka, que sigue dando la faceta cuando se le necesita, levantaron un subjetivo de 15-7 que puso al huésped por adelante profuso época posteriormente, y a la postre le permitió confluir empatado al alivio (53-53, m.20).

En la garbeo al entablado, más de lo mismo. Con la obús recargada, el París Baloncesto siguió sumando de tres en tres (13 de 20 superado el ecuador del tercer bono), lo que le hacía lábil y muy complicado de rodear por un Empírico Madrid que le perseguía con voluntad y casi con la límite exterior, sin aceptar atraparle (63-70, m.27).