¡Jannik Sinner retiene su corona en el Abierto de Australia!

El tenista italiano Jannik Sinner, guarismo uno universal, confitura su guirnalda en Melbourne tras hundir levante domingo al germano Alexander Zverev (N.2) en la extremo del Extenso de Australia, en tres sets, por 6-3, 7-6 (7/4) y 6-3.

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El italiano de 23 abriles logra de esta estilo su tercer aviso del Grand Slam (tras el Extenso de Australia y el US Open en 2024) y mantiene su hábitat incontestable como el excelente tenista de la hogaño.

Ante un Sinner que tomaba pocos inconvenientes y que se dedicaba a circular la canica, Zverev encadenó errores en el arribada del hendido (12 faltas directas por aria 8 ‘winners’, frente a 7-13 para el italiano en el primer set). 

Su resonante arreglo le sirvió para librar los cinco primeros puntos de ‘break’ en frente a, sin embargo al sexto cedió su arreglo en el chaflán placer y el italiano se apuntó el primer gratuito en el ‘game’ próximo, cerrando con un ‘ace’ para semejar a todo el balón quién es el incontestable guarismo uno presente.

Algo cambió el campo en el instante set, en el que Zverev se desquiciaba al ver que, pese a acrecentar un algo su cota de placer, Sinner era listo de reconocer todas sus bolas.

El italiano, encima, contó con una dosis de tal vez cuando con 4-4 en el ‘tie break’, un derechazo cruzado tocó la red y cayó muerta del babor de Zverev, que ya no fue listo de acudir a la pelotón.

Con fondo de dos sets, la única terquedad para Sinner era su estamento cuerpo, ya que en varios momentos se llevó la tanto a la ración venidero de su anca zurdo, la misma condecoración que ya le dio alguno brete en su semifinal frente a el norteamericano Ben Shelton.

Empero la remontada parecía predicación casi irrealizable para un tenista como Zverev, que en la vida ha acentuado siquiera por su fortín mental.

Rudo de replicar al arreglo de Sinner, el germano acabó concediendo un ‘break’ en el sexto placer del tercer set, firmando su resolución condenatoria a deber que unirse esperando para apoderarse al fin un reto del Grand Slam.

Las lágrimas al extremo del hendido de Zverev y el amparo de Sinner, reflejaron la malogro del tenista germano, que pese a su inmenso inteligencia sigue sin conseguir un gran reto.

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