Una familia de Montreal abre un restaurante para ayudar a su hijo neurodiverso a alcanzar sus sueños culinarios

El chef Eugenio Nicita y su familia abrieron el restaurante San Marzano en el RDP de Montreal para continuar con sus tradiciones, pero lo más importante, dice, fue ayudar a su hijo neurodiverso a crear un legado y tener un trabajo que amará para siempre.

“Estoy muy orgulloso de él”, dijo Eugenio.

“Todo el mundo está muy orgulloso”, añadió su hijo Corrado Nicita.

Desde atender a los clientes hasta preparar pizzas y tartares, el joven de 23 años está feliz de que la familia abriera su restaurante hace unos cuatro meses.

“Tenemos a todos nuestros hijos trabajando con nosotros”, explicó Eugenio. “Corrado en la cocina, el resto están al frente”.

“Corrado, para ser honesto, está impresionando a todos”, añadió. “Yo incluido”.

A los cuatro años, al chef le diagnosticaron autismo.

Gracias al apoyo de su familia y sus maestros, Eugenio dice que su hijo pasó de no poder hablar, socializar o incluso jugar con juguetes a desarrollar esta pasión por la cocina.

Este talento, proviene de su evolución en los demás negocios que tenía la familia en la industria alimentaria y…

“Tiene una abuela fantástica como cocinera, así que eso empieza desde ahí”, explicó Eugenio.

Pina Nicita, abuela de Corrado, agregó: “Estoy muy orgullosa de él porque no sé, supongo que siempre ha sido mi ángel aquí. Es como un guardaespaldas para mí”.

Cosimo Nicita, el hermano menor de Corrado dijo: “Ha crecido mucho”.

“En realidad, Cosimo fue una ayuda increíble”, añadió Madeleine Valerio, madre de Cosimo y Corrado. “Cuando llegó el momento de enseñarle a Corrado a socializar y a jugar. Y ayudó mucho a Corrado”.

“Al final ambos nos ayudamos mutuamente”, dijo Cosimo.

“No creo haberlo visto ni oído quejarse de que está cansado en los últimos cuatro meses”, dijo Elizabeth Nicita, tía de Corrado.

“Tenemos que obligarlo a tomar un descanso”, añadió Catia Nicita.

Luego, ambas hermanas explicaron lo sorprendidas que están de su sobrino: su talento y la pura felicidad que comparte.

“Buon apetitio”, dijo Corrado, sonriendo.

“Simplemente demuestra ese amor”, añadió Eugenio. “Es amor de familia”.

Todos son bienvenidos al restaurante donde también ellos se sentirán como en familia.

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